Todos tenemos sueños. Las esperanzas no claudican ante la adversidad porque es como esa llama que se aviva con el potencial y las energías que transmitimos. Todos tenemos anhelos, ilusiones que jamás desaparecen sino que duermen ese sueño intenso, tan intenso como la necesidad de mantenerlo vivo en el fondo del alma. Los sueños no mueren, ayudan a vivir la plenitud que desees...Mis convicciones firmes dibujan en cada amancer aquellas cosas que deseo vivir aunque solo sean en mi imaginario, cuando cierro mis ojos y vivo con la intensidad y libertad que merecen...
Indiana