jueves, 26 de febrero de 2009

Un hermoso recuerdo de Primavera...

¡CUANDO LOS NIÑOS DE EL JAGUEL FUERON PRINCIPES POR UN DIA!



Corría el año 1980 y el calendario marcaba el día 21 de septiembre.
Para mi sería una Primavera diferente pero mucho más para los chiquillos de El Jaguel (Partido de Esteban Echeverría).
Mis 20 años me mostraban una realidad triste, repleta de olvidos y pérdidas en esta comunidad que aprendí a querer y respetar. Estos vecinos que cuidaron_no solo de nuestro Campo de Deportes Municipal_ sino de mi persona, cuando cada mañana al bajar del colectivo, enfundada en mi guardapolvo azul y montada sobre unos tacos enormes, caminaba esas cuatro cuadras acompañada de patos y gallaretas mientras alguna vecina me gritaba; "Señorita, vaya tranquila que yo miro desde acá"
Cierta mañana haciendo mis gestiones administrativas dentro del municipio me entero de la fiesta que se organizaba para el "Día de la Primavera". Más tarde, ya en mi lugar de trabajo habitual, conversando con una mamá me comentó que los chicos no podían acceder a determinados festejos porque no estaban a la altura de los niños de la Ciudad. Confieso que me dolió y, el solo hecho de estar enterada, corrió en mi la obligación moral que todos los padres y sus hijitos pudiesen sonreir y trabajar participando de las actividades del Centro.
Hablé con mi superior y mis compañeros, todos ellos profesores de Educación Física. Me escucharon con atención y se entusiasmaron con la idea de presentarnos ese día con nuestros chicos. Surgía el inconveniente de no tener ni contar con medios para emprender nuestra "Carroza". A medida que aparecían ideas, se agregaban personajes hasta que humildemente un vecino ofreció su viejo camión para el desfile. Había que hacer milagros para tapar agujeros y darle una fachada más prolija.
Obtuve mucha ayuda de los comerciantes de Monte Grande quienes donaron flores artificiales. El Director de Compras de la Municipalidad me entregó mucho material con lo cual, las mamás, profesores y niños pusieron manos a la obra.
Los días previos estuvieron llenos de entusiasmo, los ví felices, disfruté mucho la algarabía del momento. Las nenas venían a preguntarme cómo peinarse o contarme las opiniones de sus papis que muy agradecidos nos ayudaron en todo.
Inexplicable el goce de ver de tantas caritas iluminadas por participar en un festejo que a ellos nos los dejarían afuera.
Recuerdo que esa tarde no pude ir al Campito porque, además estaba en la organización RRPP del evento y tuve que presentarme en el Municipio para estar al lado de la comitiva, pero el teléfono no paraba de sonar ni yo de llamar para ver si todo estaba en orden.

Ya comenzado el espectáculo, desfilando maravillosas carrozas llenas de flores y ornamentos costosos de las Entidades de Bien Público, allá, a las perdidas, el locutor anuncia el arribo de la Carroza del "Campo de Deportes Municipal Santa María"...

Por lo que se puede observar en la foto no fué la más bella pero sí la más completa. Además del Camión, nuestros niños, vestidos con los atuendos coorespondientes a las diversas actividades deportivas (Handball, Softball, Fútbol, atletismo, natación,etc) llevaron a su reina sobre una lancha adornada de flores de papel porque no teníamos dinero para comprar naturales.
¡Mi Dios, cómo lloré!
No se puede describir la emoción de esas criaturas, de sus padres, algunos enjugando sus lágrimas. Mamás que vinieron a abrazarnos agradecidas porque por primera vez sus hijitos participaban de un desfile, habían sido como esos pibes de la ciudad...

La noche cerró su ciclo y esos principitos volvieron a su estado natural, a su propia realidad.
Juro que por mucho tiempo se habló de la mágica primavera en aquel pueblito, hoy convertido en una próspera ciudad. -

Indiana Bauer


"SER BATUQUERO"

Ser batuquero no se adquiere ni se vende.Batuquero es quien se estremece al toque del tambor. Cuando entonamos una reza o bajamos nuestra mirada ante el consejo supremo de Orisa.
Ser batuquero es vivir para Orisa, venerar los sagrados fundamentos, honrar nuestro Ori, ancestros y respetando las diversidades, ya que al no acatar, ni respetar _aún en suelo sagrado de otro Ile_ es ir en contra de los conceptos que forman parte de los dogmas espirituales.
Ser batuquero es cruzar todos los aspectos de la vida porque son terrenos de Orisa. Los elegidos y quienes han sido iniciados en el Batuque responden a otros cánones- lejos de aquellos que están en Africa y que respetan y honran como elemento primigenio del culto a Orisa.
El batuque cobijó, resguardó y veneró desde los tiempos de esclavitud hasta siempre el tributo a Orisa...
Ser batuquero es recibir, entregar y dar continuidad. Es nacer, crecer, morir y renacer. El batuque venera la esencia desde su gestación hasta el traspaso al Orúm.
Ser batuquero es mantener convicciones en todas sus formas, aún bajo presiones morales, sociales o legales.Ser batuquero es defender el culto y amarlo por sobre todas las cosas.
Ser batuquero se lleva en la sangre, en los genes, en la memoria y corazón activo.
¡Lástima de aquel que adquiere batuque para cúmulo y ostentación de su mercado!
Pobre de aquel que vende buzios y entrega estiércol...
¡Lástima quien consagra por delirio sin asumir ni preveer las consecuencias!
Infeliz quien abandona o lastima el Asé que lo liga...
Olodumare gestó y creó el universo para que todos vivan en perfecta sintoníamás allá de las diferencia y complejidades. De ese antagonismo surge el equilibrio.-

Ase O

Indiana T´Yemoja F. 2009

lunes, 16 de febrero de 2009

Un homenaje a Julio Cortázar (1914-1984)


Nacido en Bruselas, durante su infancia vivió en Suiza hasta el final de guerra donde la familia se trasladó a Argentina, radicándose en la ciudad de Banfiel, partido de Lomas de Zamora.

Nuestra querida Lomas de Zamora tiene y tuvo el privilegio de tenerlo como un ciudadano ilustre, un hombre cuya perpectiva de vida, donde el criterio y el amor a la literatura selló su vida hasta su muerte en 1984.-

Con este trabajo, pretendo rendir un tributo a un escritor que cierto día entró en mi vida con un libro que primero deseché porque me resultó aburrido: "Autopista del Sur". Con los años retomé esa lectura y mi óptica cambió. Comprendo que ha sido el tiempo adecuado para poder interpretarlo. De ahi, mi fijación por los cuentos fantásticos, que muy lejos estoy de realizarlos óptimos, pero intento...



La Profesora y Escritora Alcira Doromaddoni. quien ocupara un espacio dentro de la Comisión directiva de SADE Central (Sociedad Argentina de Escritores) como en Lomas de Zamora, ha dictado un hermoso taller y en una ocasión consideró hacer un "Juego literario". Utilizar este recurso, cambiar el final... Éste es el producto.-

¡Gracias Julio, te honro desde mi corazón!

¡Gracias Alcira siempre te recuerdo por ser una docente increíble y una maravillosa mujer!





















" Continuidad de los Parques"

...El otro final por Indiana Bauer... “Un juego literario”

(La idea es sacar al lector como testigo omnisciente y adentrarlo a la historia
Del cuento ”Continuidad de los Parques” de Julio Cortazar
Del libro “Final del Juego”)


“...El puñal se entibiaba contra su pecho. Las incoherencias eran sus aliados, la decisión estaba tomada. Solo habría una posibilidad y ella sería quien ejecute la acción. Las palabras se fijaban en el papel como una sentencia y el hombre no apartaba los ojos del libro. Un rumor leve apenas llegaba: los robles restregando sus ramajes, la brisa y el aroma de los rosales que se desplazaban tímidamente por el parque a la casa.
Una audaz combinación se sumaba a la historia: Él, decidido a capturar al intruso, ella, dispuesta a sus antojos repasaba la estrategia mientras recibió por fin la respuesta esperada de su amante. Un sofá cálido, ya amortiguaba los cuerpos entrelazados y sedientos que muy fugazmente se detenían para echar una mirada a su víctima que, agazapado entre unas cuantas letras, los observaba, silencioso y expectante.
Los minutos corrían a la par de los ecos y los suspiros. El humo del cigarrillo empañaba el fondo blanco de las paredes, los grandes ventanales que daban al jardín, la luz tenue de una lámpara, el sillón de terciopelo verde y el cálido sofá que ya estaba vacío. Ella se retiraba y algo le insinuó. Una seña completó la escena. Él se quedó esperando mientras otro cigarrillo aparecía en el cenicero de bronce que estaba sobre la mesa de vestir.
La mujer caminó hasta el parque, lo cruzó sin temor. Se acomodó el cabello y la ropa. Limpió con sus dedos los labios como queriendo retirar o quitar vestigios de algo. Vio el rosal, tomó una flor y la arrancó. Lastimó su dedo índice con una espina y chupó su propia sangre. Se paró en el umbral. Decida, abrió la puerta, todo estaba en su lugar. Nadie la reconocería pero los tiempos y los hechos parecían detenidos, menos ella.
Llegó al pasillo. Observó los ventanales que apenas reflejaban la luz de la calle. Era de noche. La escalera que daba a los cuartos, la alfombra persa que cubría delicadamente el piso de mármol, el péndulo del reloj que se mecía incansablemente, el sillón de terciopelo verde y al hombre que_ mientras tanto _ la percibía cerca, muy cerca. No apartaba sus ojos del libro. Parecía que el corazón galopaba a la par de sus sensaciones. Entonces ella, decidida, tomó su mano y lo besó. El hombre excitado, buscó sus labios, la sentía suya y se dejó transportar en ese hechizo hasta la cabaña junto a la mujer. Ambos ya estaban en el sofá gris y en la misma escena: la mujer, un puñal, la sangre en la espalda del hombre y él terminando esta historia...”

Buenos Aires – Argentina
Año 2004.-