sábado, 30 de mayo de 2009

Y te fuiste...


En esa tarde de mayo quisiste despegar y observar otros mundos, quizá buscando el alivio que tu cuerpo y alma merecen.
La distancia entre nosotros fué física pero no fueron al olvido nuestras vivencias y lo mucho que significaste para mi.
No puedo despedirte porque sería olvidarte o negarte. No quise llorarte porque simplemente juré no hacerlo más aunque sienta que el dolor me venza.
Deseo recordarte pleno y alegre mi querido Daniel. Que encuentres esa luz intensa y bella que te llevará, seguramente, a conocer lo más maravilloso de la creación.
¡Siempre estarás presente en mi!

Indiana

2 comentarios:

iyamioya dijo...

Iya se intuye en sus palabras el dolor inmenso de la partida de alguien sumamente especial,quiero que sepa que la quiero la respeto y la admiro como mujer.!!!!
Ialorisha Miriam ti Oya

Indiana dijo...

Es así querida Iyá Miriam. Fué alguien demasiado importante. Hoy lo dejo partir porque sabemos en nuestra ley que quienes son llamados por Olodumare no podemos detenerlos en su trayecto. Solo deseo que encuentre paz.
¡Gracias por tus palabras! yo también te respeto, te admiro. Un abrazo gigante y nuevamente GRACIAS...